Crema Pastelera Casera Dulce y Cremosa
Receta Fácil para Hacer Crema Pastelera Perfecta en Casa
Prepara una crema pastelera maravillosamente suave y dulce, perfecta para rellenar profiteroles (baby cream puffs) o como deliciosa untada sobre pan tostado. Es increíblemente húmeda y dulce, con un sabor que se derrite en la boca. ¡Esta receta hará que tus aventuras de repostería sean aún más placenteras!
Ingredientes Esenciales
- 300 ml de Leche Fresca
- 3 Yemas de Huevo Frescas
- 10 g de Maicena Fina
- 10 g de Harina de Repostería Suave (Cake Flour)
- 50 g de Azúcar Granulada
- 15 g de Mantequilla sin Sal
- 2-3 Gotas de Extracto de Vainilla (Opcional)
Instrucciones de preparación
Step 1
Antes de comenzar, mide y prepara todos tus ingredientes. Tener listas las yemas de huevo, la leche, el azúcar, la maicena y la harina hará que el proceso de cocción sea mucho más fluido. El extracto de vainilla ayuda a eliminar cualquier olor a huevo y realza el sabor de la crema, pero puede omitirse si no está disponible o no se prefiere.
Step 2
En un bol limpio, coloca las 3 yemas de huevo. Usando un tamiz fino, cierne los 10 g de harina de repostería y los 10 g de maicena sobre las yemas. Tamizar los ingredientes secos evita grumos y asegura que se incorporen suavemente con las yemas de huevo, contribuyendo a una textura aterciopelada.
Step 3
Añade los 50 g de azúcar granulada y 2-3 gotas de extracto de vainilla a la mezcla de yemas de huevo. Puedes ajustar la cantidad de azúcar según tu preferencia de dulzura. El extracto de vainilla añade un maravilloso aroma y profundidad de sabor.
Step 4
Usando una espátula o un batidor de mano, mezcla todo a fondo hasta que esté bien combinado. Remueve hasta que las yemas de huevo, los ingredientes secos y el azúcar formen una mezcla suave de color marfil pálido, sin grumos. Una mezcla suave es clave para asegurar que los ingredientes se incorporen bien.
Step 5
¡Felicidades! Has completado la primera etapa de preparación de tu deliciosa crema pastelera. Asegúrate de que la mezcla de yemas de huevo esté suave y uniformemente combinada.
Step 6
Vierte los 300 ml de leche fresca en una cacerola limpia. Comienza a calentar la leche a fuego medio. Remover ocasionalmente mientras se calienta evitará que la leche se pegue al fondo de la cacerola.
Step 7
Cuando empiecen a formarse pequeñas burbujas en los bordes de la leche y esté a punto de hervir, reduce inmediatamente el fuego a bajo. Luego, vierte lenta y gradualmente la mezcla de yemas de huevo preparada en la leche tibia. Es crucial batir de forma continua y enérgica mientras viertes para evitar que las yemas de huevo se cocinen y formen grumos.
Step 8
Una vez que la leche y la mezcla de yemas de huevo estén bien combinadas, continúa cocinando a fuego bajo, removiendo constantemente con un batidor, raspando el fondo de la cacerola para evitar que se pegue. La mezcla comenzará a espesarse relativamente rápido debido al almidón y la harina. Si la crema se vuelve demasiado espesa, puedes añadir un poco más de leche tibia para alcanzar la consistencia deseada. Si notas algún grumo de los ingredientes secos, puedes colar la mezcla a través de un tamiz fino después de retirarla del fuego para obtener una crema pastelera perfectamente suave.
Step 9
Cuando la crema pastelera alcance el grosor deseado, añade los 15 g de mantequilla sin sal y deja que se derrita en la crema tibia. Remueve hasta que la mantequilla esté completamente incorporada, lo que dará como resultado una crema pastelera rica y brillante. Este paso añade una capa extra de riqueza y una textura suave en boca.
Step 10
Verifica visualmente la consistencia de tu crema pastelera terminada. Debería fluir suavemente de una cuchara manteniendo una textura agradable y espesa. Puedes usarla inmediatamente o dejarla enfriar completamente antes de rellenar pasteles o untarla sobre pan tostado.