Kkakdugi Estilo Seolleongtang Casero (Kimchi de Rábano)
¡La Receta Perfecta para Recrear el Sabor Auténtico del Kkakdugi de Seolleongtang!
¿Alguna vez te has preguntado por qué el kkakdugi de los restaurantes de seolleongtang es tan increíblemente delicioso? Esta receta simplifica el proceso sin comprometer el sabor, ofreciendo un gusto limpio y refrescante, perfecto para cualquier comida. ¡Aprende a preparar este clásico kimchi de rábano coreano en tu propia cocina!
Ingredientes Principales del Kkakdugi
- 4-5 rábanos de tamaño mediano
- 2 tazas de sal marina gruesa (para encurtir)
Mezcla de Condimentos Sabrosos
- 4 cucharadas de hojuelas de chile (se recomiendan hojuelas finas para un mejor color y sabor)
- 2 cucharadas de camarones salados, finamente picados
- 5 cucharadas de pasta de condimento pre-hecha (altamente recomendada por su conveniencia)
- 2 cucharadas de ajo picado
- 1 cucharadita de jengibre en polvo (o 1/2 cucharadita de jengibre fresco rallado)
- 3 cucharadas de salsa de pescado de anchoa
- Una pizca de nuevo azúcar (para ajustar la dulzura)
- 1 taza de pasta de arroz glutinoso (cocida con harina de arroz glutinoso blanco)
- 4 cucharadas de hojuelas de chile (se recomiendan hojuelas finas para un mejor color y sabor)
- 2 cucharadas de camarones salados, finamente picados
- 5 cucharadas de pasta de condimento pre-hecha (altamente recomendada por su conveniencia)
- 2 cucharadas de ajo picado
- 1 cucharadita de jengibre en polvo (o 1/2 cucharadita de jengibre fresco rallado)
- 3 cucharadas de salsa de pescado de anchoa
- Una pizca de nuevo azúcar (para ajustar la dulzura)
- 1 taza de pasta de arroz glutinoso (cocida con harina de arroz glutinoso blanco)
Instrucciones de preparación
Step 1
¡La base de un delicioso kkakdugi comienza con rábanos frescos! Selecciona 4-5 rábanos de tamaño mediano. Pélalos por completo, o si prefieres dejar la piel, frótalos a fondo con un cepillo, enjuágalos bien y sécalos.
Step 2
Corta los rábanos en cubos grandes, del tamaño de un bocado. Típicamente, el kkakdugi se corta en cubos de aproximadamente 2-3 cm para obtener la mejor textura.
Step 3
Espolvorea la sal marina gruesa uniformemente sobre los rábanos en cubos y déjalos encurtir durante 30 a 40 minutos. La sal extrae la humedad, lo que hace que los rábanos queden crujientes y sabrosos. ¡Crucialmente, NO enjuagues los rábanos después de encurtirlos! Escúrrelos a fondo en un colador para eliminar el exceso de agua. ¡Esto evita que el kkakdugi se ablande y asegura que fermente maravillosamente!
Step 4
Una vez que el exceso de agua se haya drenado, agrega las hojuelas de chile a los rábanos salados y mezcla suavemente con las manos. Cubre todas las piezas de rábano uniformemente con las hojuelas de chile. Usar hojuelas de chile finas dará como resultado un color más vibrante y una mejor absorción del sabor.
Step 5
Después de que los rábanos estén coloreados, agrega la pasta de condimento pre-hecha. Es mejor agregar aproximadamente la mitad de la pasta primero, mezclar bien y luego probar. Agrega más pasta gradualmente según sea necesario para lograr el equilibrio de sabor deseado. Esto ayuda a prevenir que el kimchi esté demasiado salado o soso.
Step 6
¡No olvides los camarones salados! Mezclarlos ahora agregará un sabor umami maravillosamente profundo. Combina los camarones salados con el ajo picado, el jengibre en polvo y la salsa de pescado de anchoa, y mezcla todo a fondo. El kkakdugi es mejor cuando tiene una ligera dulzura; usa una pizca de nuevo azúcar para ajustar esta dulzura a tu gusto. Comienza con una pequeña cantidad y agrega más después de probar.
Step 7
Transfiere el kkakdugi bien mezclado a un recipiente hermético. Déjalo fermentar a temperatura ambiente durante aproximadamente medio día a un día completo, luego guárdalo en el refrigerador. Si prefieres tu kkakdugi más ácido y fermentado, puedes dejarlo a temperatura ambiente durante 1-2 días adicionales antes de refrigerarlo.
Step 8
¡Disfruta de este kkakdugi casero con un tazón caliente de seolleongtang, gomtang o galbitang! Su sabor simple pero profundo lo convierte en un acompañamiento perfecto. A los niños también les suele encantar porque no tiene otras verduras visibles, ¡lo que lo convierte en una guarnición sin complicaciones!