Rodajas de Calabaza Secadas al Sol: Un Tesoro Nutritivo
Rodajas de Calabaza Secadas al Sol: Un Tesoro Nutritivo
Un Alimento Energético Secado Naturalmente al Sol, Perfecto para el Invierno
Estas rodajas de calabaza, secadas al sol con esmero, son una fuente concentrada de nutrientes, especialmente beneficiosas durante los meses fríos. Su alto contenido en vitaminas y fibra contribuye a la prevención de la osteoporosis y al alivio del estreñimiento. El proceso de secado intensifica el betacaroteno, lo que las convierte en un excelente alimento para la salud ocular. Disfrute de este delicioso y saludable tentempié o incorpórelo a sus platos favoritos para una dosis extra de bienestar.
Ingredientes- 2 Calabazas de Invierno Maduras (aproximadamente 2-3 kg)
Instrucciones de preparación
Step 1
El primer paso para preparar unas deliciosas rodajas de calabaza secas es seleccionar buenas calabazas. Elija calabazas maduras de invierno con la piel firme, un brillo natural y que se sientan pesadas. Lávelas bien, retire las semillas y la parte fibrosa del interior, y luego córtelas en rodajas gruesas, de aproximadamente 1.5 a 2 cm de grosor. Cortarlas demasiado finas podría hacer que se rompan fácilmente durante el secado.
Step 2
Coloque las rodajas de calabaza en una sola capa sobre una rejilla de secado o un colador, asegurándose de que no se superpongan. Esto permitirá una buena circulación de aire, previniendo la formación de moho y garantizando un secado uniforme. Si dispone de un espacio exterior soleado y bien ventilado, como un balcón o un patio, secarlas allí es lo ideal. La luz solar directa realzará la dulzura de la calabaza, dando como resultado un producto final más sabroso.
Step 3
Dependiendo de las condiciones climáticas y la humedad, las rodajas de calabaza tardarán generalmente entre 4 y 5 días en secarse por completo. Estarán listas cuando la superficie se sienta ligeramente masticable y el interior esté firme y seco. Evite secarlas en exceso, lo que podría endurecerlas demasiado. Busque una textura ligeramente húmeda. Una vez secas, guarde las rodajas de calabaza en un recipiente hermético en un lugar fresco y seco para poder consumirlas durante todo el invierno.
