
Queso Ricotta Casero
Queso Ricotta Casero
Haz tu Propio Queso Ricotta Cremoso en Casa Fácilmente
¡Una opción deliciosa y saludable para tus hijos! En lugar de queso crema comercial, prepara este ricotta casero fresco y sencillo. Es un ingrediente seguro y delicioso que encantará a toda la familia por su sabor puro y textura suave.
Ingredientes Principales- 1000 ml de Leche Fresca
- 500 ml de Nata para Montar de Alta Calidad
- 3-4 Cucharadas de Zumo de Limón Fresco (aprox. 45-60 ml)
- 1 Paquete de alga kombu o una tela de quesero limpia
Sazonar- 1 Cucharadita de Sal Fina (aprox. 5g)
- 1 Cucharadita de Sal Fina (aprox. 5g)
Instrucciones de preparación
Step 1
Primero, ten lista la leche y la nata. Para obtener mejores resultados, sácalas del refrigerador unos 10 minutos antes de empezar para que alcancen la temperatura ambiente. La proporción ideal es de 2 partes de leche por 1 de nata, así que usaremos 1000 ml de leche y 500 ml de nata. Vierte ambos líquidos en una olla ancha. Con una cuchara de madera seca, mézclalos suavemente. Luego, pon la olla a fuego medio y añade 1 cucharadita de sal fina.
Step 2
Remueve solo lo suficiente para que la sal se disuelva, luego déjala reposar un momento. Notarás que se forma una fina película en la superficie y que comienzan a aparecer pequeñas burbujas desde el fondo. Una vez que veas esto, rocía lentamente 3-4 cucharadas de zumo de limón fresco sobre la superficie. Después de añadir el limón, remueve suavemente solo tres veces con la cuchara de madera. Reduce inmediatamente el fuego a bajo y deja que hierva a fuego lento durante 3-5 minutos sin remover en exceso. Revolver vigorosamente en esta etapa puede impedir que el queso cuaje correctamente.
Step 3
Cuando la mezcla de leche y nata empiece a formar cuajos suaves, parecidos al tofu sedoso, apaga el fuego inmediatamente. Una vez que veas que los cuajos se han formado bien, retira la olla del fuego y deja que se enfríe un poco.
Step 4
Cuando se haya enfriado a una temperatura tibia (no hirviendo), vierte con cuidado los cuajos en un colador forrado con tu tela de quesero limpia o paquete de kombu. Usa la cuchara de madera para presionar suavemente los cuajos y ayudar a drenar el exceso de suero (líquido). Deja reposar durante 20-30 minutos, permitiendo que el líquido drene de forma natural. Esto ayudará a que el queso ricotta adquiera consistencia.
Step 5
No escurrí toda la humedad. De esta manera, el queso ricotta se mantiene ligeramente húmedo y cremoso, perfecto para untar en tostadas o galletas para los niños. Si prefieres un queso más firme, puedes dejarlo escurrir por más tiempo.
Step 6
Transfiere el queso ricotta escurrido a un recipiente de vidrio limpio. Deja que se enfríe por completo, luego tapa y refrigera durante 1-2 días para que madure. Este período de reposo intensificará su sabor, haciéndolo aún más rico y delicioso. Almacenado correctamente en el refrigerador, se mantendrá fresco durante aproximadamente 3-5 días.

