
Queso Ricotta Casero y Suave a Partir de Yogur Fallido
Queso Ricotta Casero y Suave a Partir de Yogur Fallido
¿Tu yogur casero no salió bien? ¡No lo tires! ¡Conviértelo en un delicioso queso ricotta!
Mi primer intento de hacer yogur ayer no cuajó como esperaba, probablemente porque la leche fermentada tenía un día de pasada. Sospecho que necesitó unas horas más para espesar, pero mi esposo decidió meterlo en la nevera mientras yo dormía. ¡Afortunadamente, esto me dio la oportunidad perfecta para hacer queso ricotta después de mucho tiempo! El ricotta recién hecho tiene una riqueza y frescura incomparables a los productos comprados en tienda. ¡Disfrútalo en ensaladas, tostadas, pasta y más!
Ingredientes Principales- Yogur fallido, 1300 ml (¡no importa si no está espeso!)
- Sal, 1 cucharadita
- Vinagre de doble concentración, 1 cucharada
Instrucciones de preparación
Step 1
Primero, prepara tu yogur fallido, que puede estar algo líquido o más delgado de lo esperado. No importa si lo hiciste con una yogurtera o usando yogur comprado.
Step 2
Vierte el yogur preparado en una olla y llévalo a fuego medio. Es crucial remover suave y continuamente con una espátula para evitar que se pegue o se queme. Ten cuidado de que el yogur no se aglomere ni se queme.
Step 3
Una vez que empiecen a aparecer pequeñas y finas burbujas en los bordes de la olla, añade 1 cucharadita de sal y remueve bien para combinar. La sal realza el sabor del queso.
Step 4
Cuando comiencen a aparecer formaciones redondas, parecidas a burbujas, en el centro de la mezcla de yogur, reduce el fuego a medio-bajo. Luego, añade cuidadosamente 1 cucharada de vinagre de doble concentración y remueve suavemente. La acidez del vinagre ayuda a separar el suero.
Step 5
A partir de este momento, el yogur comenzará a cuajarse, separándose en un líquido claro (suero) y trozos sólidos blancos (cuajada del queso). Evita remover con demasiada frecuencia; remueve suavemente de vez en cuando y espera a que hierva. Remover en exceso puede impedir que el queso se aglomere correctamente.
Step 6
Cuando la mezcla comience a hervir en general, reduce inmediatamente el fuego a bajo. Deja que hierva a fuego lento durante otros 1-2 minutos, luego retira del fuego. Cocinarlo demasiado tiempo puede endurecer el queso.
Step 7
Coloca un colador de malla fina sobre un bol y fórralo con tela de queso (o muselina), doblada dos veces. Vierte suavemente la mezcla de yogur cocido sobre la tela de queso. El líquido claro que escurre es el suero, y la sustancia blanca que queda en la tela es tu queso ricotta. Deja que escurra naturalmente por un tiempo.
Step 8
Una vez que veas que ha escurrido una buena cantidad de suero, junta con cuidado los bordes de la tela de queso y retuércela suavemente. Exprime el suero restante girando y presionando ligeramente. Evita apretar con demasiada fuerza, ya que esto eliminará demasiada humedad y resultará en un queso seco y desmenuzable. El secreto para un ricotta suave es exprimir hasta que todavía se sienta ligeramente húmedo al tacto.
Step 9
Usando una espátula, raspa el queso ricotta de la tela de queso y transfiérelo a un recipiente limpio. ¡Ahora estás listo para disfrutar de tu queso ricotta casero, fresco y saludable!

