
Patatas Gajo Crujientes por Fuera, Tiernas por Dentro con Sazonador Casero
Patatas Gajo Crujientes por Fuera, Tiernas por Dentro con Sazonador Casero
¡Un Aperitivo Que Encanta a Todos! Receta de Patatas Gajo Perfectas Para Cualquier Ocasión
¡Te presentamos el aperitivo definitivo que adoran tanto niños como adultos: las patatas gajo! En lugar de simplemente hervir patatas, cortarlas en gajos atractivos y hornearlas con mantequilla crea un plato visualmente apetitoso e increíblemente delicioso. Estos gajos son perfectos para invitados, ocasiones especiales o como un delicioso capricho para los niños, ¡y sin duda cautivarán el paladar de todos con su sabor y presentación! Disfruta de una experiencia gourmet directamente en tu cocina.
Ingredientes- 5 patatas
- 20g de mantequilla
- Pizca de sal
- 1/2 cucharada de azúcar
- 1 cucharada de perejil seco (en escamas)
- 1/3 cucharada de curry en polvo
- 1/2 cucharada de ajo picado
Instrucciones de preparación
Step 1
Comienza seleccionando 5 patatas frescas. Lávalas a fondo bajo agua corriente y luego pélalas completamente con un pelador. Pelar las patatas dará como resultado un interior más tierno y una mejor absorción de los condimentos, haciéndolas aún más sabrosas.
Step 2
Ahora, vamos a cortar las patatas peladas en gajos. Primero, corta cada patata por la mitad. Luego, corta cada mitad en otras dos (haciendo cuartos). Finalmente, corta cada uno de esos cuartos por la mitad de nuevo para crear la forma clásica de gajo.
Step 3
Para lograr una textura maravillosamente crujiente, es importante eliminar el almidón de las patatas. Enjuaga los gajos de patata cortados varias veces con agua fría hasta que el agua salga clara. Este paso asegura que queden extra crujientes y deliciosos cuando se hornean o fríen.
Step 4
Después de enjuagar, escurre bien los gajos de patata usando un colador. El exceso de humedad puede impedir que los condimentos se adhieran correctamente y provocar una textura blanda. Asegúrate de que estén bien escurridos.
Step 5
Coloca los gajos de patata bien escurridos en una bolsa resellable limpia. Usar una bolsa facilita el recubrimiento uniforme de las patatas con el condimento y también minimiza la limpieza posterior.
Step 6
En un bol pequeño, derrite 20g de mantequilla metiéndola en el microondas durante unos 30 segundos a 1 minuto. Una vez derretida, añade una pizca de sal, 1/2 cucharada de azúcar, 1/2 cucharada de ajo picado y 1/3 cucharada de curry en polvo a la mantequilla derretida. Bate para crear una mezcla de condimentos sabrosa. (Consejo: Si no tienes mantequilla, puedes usar aceite de oliva como sustituto. Siéntete libre de ajustar la cantidad de especias a tu gusto.)
Step 7
Vierte la mezcla de condimentos preparada sobre las patatas en la bolsa resellable. Sella la bolsa firmemente y agita vigorosamente para asegurar que las patatas queden uniformemente cubiertas con el condimento. Esto asegura que cada gajo esté infundido con un sabor delicioso.
Step 8
Ahora, vamos a hornearlas a la perfección en la freidora de aire. Cubre la cesta de tu freidora de aire con papel de hornear y coloca los gajos de patata sazonados en una sola capa, evitando que se superpongan. Cocina en freidora de aire a 190°C (375°F) durante 15 minutos en la primera tanda. (Nota: Los tiempos de cocción pueden variar ligeramente según tu modelo de freidora de aire, así que usa esto como guía y ajusta según sea necesario.)
Step 9
Después de los primeros 15 minutos, saca con cuidado los gajos de la freidora de aire y dales la vuelta para asegurar una cocción uniforme por todos lados. Vuelve a colocarlos en la freidora de aire y cocina durante 5 minutos adicionales a 190°C (375°F). Esta cocción por ambos lados asegura que queden perfectamente crujientes por fuera y tiernas por dentro.
Step 10
Las patatas gajo terminadas tienen un maravilloso y sutil aroma a mantequilla que es increíblemente rico y satisfactorio. El contraste entre el exterior crujiente y el interior tierno es simplemente delicioso.
Step 11
Estas patatas gajo caseras presumen de una presentación que rivaliza con la de cualquier restaurante. Se ven increíblemente gourmet y saben igual de deliciosas, lo que las convierte en un complemento perfecto para cualquier comida, un aperitivo fantástico para niños o un acompañamiento ideal para una bebida fría.

