
Mermelada Casera de Fresas Baja en Azúcar (con Fresas Congeladas y Tomates Stevia)
Mermelada Casera de Fresas Baja en Azúcar (con Fresas Congeladas y Tomates Stevia)
¡Haz mermelada casera saludable con fresas congeladas! Reduce el azúcar y realza el dulzor con tomates stevia
Esta es una receta para una mermelada de fresas casera, saludable y deliciosa, fácil de hacer en casa, utilizando fresas congeladas y dulces tomates stevia. Reduce el azúcar, preserva el sabor y aroma natural de la fruta, y crea una mermelada de fresas más encantadora.
Ingredientes Principales- Fresas congeladas 500g
- Tomates cherry Stevia 120g
Instrucciones de preparación
Step 1
No descongeles las fresas congeladas; úsalas directamente. En un bol, combina las fresas congeladas (500g), la sal (1/2 cdta.), el azúcar orgánico sin refinar (150g) y el azúcar glas (2 cdas.). Mezcla a fondo con una espátula, asegurándote de que el azúcar y la sal se distribuyan uniformemente por todas las fresas.
Step 2
Lava y prepara los tomates cherry Stevia (120g) y colócalos en una olla. Añade las fresas congeladas previamente mezcladas con azúcar a la misma olla y comienza a cocinar a fuego medio-bajo. Las frutas empezarán a liberar sus jugos.
Step 3
Sube el fuego a medio para que hierva, luego redúcelo a bajo y deja que hierva a fuego lento, removiendo cada 10-15 minutos. Retira la espuma que suba a la superficie durante la cocción para obtener una mermelada más clara. No es necesario remover constantemente; solo revisa periódicamente para evitar que se pegue al fondo.
Step 4
Una vez que las frutas se hayan ablandado y comenzado a espesar, añade el vino tinto (1/2 taza) y el jugo de limón (1 cda.). Mezcla bien para combinar. El vino tinto añadirá profundidad al sabor de la mermelada, y el jugo de limón ayuda a realzar el color y facilita la solidificación.
Step 5
Utiliza una batidora de inmersión para triturar las fresas y los tomates directamente en la olla. Puedes triturar hasta que quede suave o dejar algunos trozos pequeños de fruta para dar textura. Si no tienes batidora de inmersión, puedes usar un machacador o transferir con cuidado la mezcla a una licuadora normal para pulsar brevemente. (¡Ten cuidado, la mezcla está caliente!)
Step 6
Verifica si la mermelada ha alcanzado la consistencia deseada. Para probar, saca una cucharada de mermelada sobre un plato frío; si no se esparce y mantiene su forma, está lista. Si prefieres una mermelada más espesa, cocínala a fuego lento un poco más. Recuerda que la mermelada espesará más a medida que se enfríe.
Step 7
Vierte con cuidado la mermelada caliente en frascos de vidrio pre-esterilizados. Llena los frascos hasta el borde y ciérralos herméticamente. Invierte los frascos por unos momentos para ayudar a crear un sello de vacío, lo que prolonga la vida útil. Una vez completamente fríos, guarda la mermelada en el refrigerador y consúmela en un tiempo razonable para obtener la mejor calidad.

