Gelatina Casera de Frutas
Gelatina Casera de Frutas
¡Dulce y Refrescante! Receta Fácil de Gelatina de Frutas para Niños
Prepara una deliciosa y saludable gelatina de frutas en casa, ¡mucho mejor que las compradas! Esta gelatina ofrece un equilibrio perfecto entre dulce y ácido, con una textura suave y temblorosa, complementada por la dulzura explosiva de los trozos de fruta real. Es un éxito garantizado tanto para niños como para adultos, y al hacerla tú mismo, te aseguras de saber exactamente lo que estás comiendo. ¡Un postre refrescante y fácil de disfrutar!
Ingredientes Principales- 160g de gelatina en polvo
- 1 naranja
- 1 taza de uvas
- 5 fresas frescas
- 1 kiwi
- 1 taza de arándanos congelados
Instrucciones de preparación
Step 1
Primero, prepara 160g de gelatina en polvo. Lava y ten listos tus frutas frescas (naranja, fresas, kiwi) y los arándanos congelados.
Step 2
Pela o quita el tallo de las frutas según sea necesario (naranja, fresas, kiwi) y córtalas en trozos pequeños, de aproximadamente 1-2 cm. Las uvas y los arándanos se pueden dejar enteros, o cortarlos por la mitad si son grandes, para comerlos más fácilmente.
Step 3
En un bol grande, combina los 160g de gelatina en polvo con 2 tazas (aproximadamente 400ml) de agua fría. Remueve bien hasta que no queden grumos, permitiendo que la gelatina se hidrate completamente y se expanda. Déjala reposar unos 5-10 minutos.
Step 4
Vierte la mezcla de gelatina hidratada en una cacerola. Calienta suavemente a fuego muy bajo justo hasta que esté tibia y la gelatina se haya disuelto por completo. Evita que hierva a toda costa, ya que esto puede afectar la capacidad de la gelatina para cuajar. Remueve ocasionalmente para asegurar una disolución uniforme.
Step 5
Coloca las frutas cortadas de forma atractiva en tus recipientes para servir o moldes de gelatina. Una vez que la mezcla de gelatina esté clara y líquida, viértela con cuidado sobre la fruta, asegurándote de que los trozos de fruta queden mayormente sumergidos.
Step 6
Refrigera la gelatina durante al menos 2 horas, o hasta que esté completamente cuajada y firme. Para servir, puedes sacarla directamente con una cuchara. Si deseas desmoldarla, pasa con cuidado un cuchillo fino por el borde del recipiente para despegar la gelatina antes de invertirla sobre un plato.
