Galletas Saladas Caseras de Queso con Masa Madre
Galletas Saladas Caseras de Queso con Masa Madre
Galletas Crujientes y Saladas de Queso con Masa Madre
¿Tienes masa madre activa acumulada de alimentarla regularmente? ¡Es el momento perfecto para hacer estas deliciosas galletas de queso! Al incorporar queso rallado casero a la masa madre madura, conseguirás unas galletas maravillosamente crujientes con un intenso sabor a queso salado. Son perfectas para acompañar el café o el té. ¡Hagamos juntos unas encantadoras galletas de queso!
Ingredientes- Harina de repostería (o harina de trigo común) 50g
- Queso rallado casero 30g
- Sal 1/4 cucharadita
- Mantequilla sin sal, a temperatura ambiente y blanda 45g
- Masa madre activa, a temperatura ambiente (sin restos de frío) 130g
- Clara de huevo, ligeramente batida (para pincelar)
- Sal marina en escamas (para espolvorear)
Instrucciones de preparación
Step 1
Primero, en un bol, bate la mantequilla blanda a temperatura ambiente con una batidora de mano o un batidor hasta que esté suave y cremosa. Luego, añade la masa madre activa (asegúrate de que esté a temperatura ambiente y no fría) y mezcla bien con la batidora a baja velocidad. Es importante mezclar hasta que la mantequilla y la masa madre estén bien combinadas y no se vean separadas.
Step 2
Una vez que la mezcla de mantequilla y masa madre esté uniforme, incorpora el queso rallado casero y la sal. Vuelve a mezclar hasta que todo esté bien integrado. (Nota: Para saber cómo hacer queso rallado casero, por favor, consulta mi otra receta, @6875963. Allí encontrarás un enlace al método detallado.)
Step 3
Tamiza la harina de repostería (o harina común) dos veces para una textura más ligera, y luego añádela al bol. Mezcla suavemente con una espátula o con la batidora a la velocidad más baja hasta que los ingredientes secos se integren y no queden rastros de harina. Ten cuidado de no mezclar en exceso, ya que esto puede desarrollar el gluten y hacer que tus galletas queden duras.
Step 4
Raspa la masa de los lados del bol y júntala para formar una bola cohesiva. Presiónala suavemente con las manos para asegurarte de que esté bien formada.
Step 5
Coloca la bola de masa en un trozo de papel film o una bolsa de plástico con cierre. Aplánala en forma de rectángulo, de unos 1 a 1.5 cm de grosor. Esta forma facilitará el estirado posterior. Refrigera durante al menos 1 hora, o preferiblemente toda la noche, hasta que esté lo suficientemente firme para estirar. Dejarla reposar en la nevera toda la noche ayuda a obtener una masa lisa y uniforme.
Step 6
Una vez que la masa esté bien fría y firme, sácala del refrigerador. Colócala entre dos hojas de papel de hornear o mantenla en la bolsa de plástico y estírala uniformemente hasta obtener un grosor de aproximadamente 3 mm. Trabaja con cuidado para evitar que la masa se rompa. Usar un poco de harina extra (de repostería o común) como espolvoreado puede ayudar a que no se pegue. Intenta conseguir un grosor constante en toda la lámina de masa.
Step 7
Con un cuchillo o un cortador de pizza, corta la masa estirada en las formas y tamaños deseados. Coloca las piezas de masa cortadas en una bandeja para hornear forrada con papel de hornear, dejando un pequeño espacio entre cada galleta. Para evitar que se hinchen y asegurar su crocantez, pincha la superficie de cada galleta varias veces con un tenedor o un palillo.
Step 8
Pincela ligeramente la parte superior de las galletas con la clara de huevo batida. Esto les dará un bonito brillo y ayudará a que la sal se adhiera. Espolvorea un poco de sal marina en escamas sobre la clara de huevo para un toque extra sabroso.
Step 9
Hornea en un horno precalentado a 170-180°C (340-350°F) durante aproximadamente 13 a 16 minutos, o hasta que los bordes estén dorados y ligeramente tostados. El tiempo de horneado puede variar según tu horno, así que vigílalos. Una vez horneadas, retira las galletas del horno con cuidado. Déjalas enfriar en la bandeja de hornear durante uno o dos minutos antes de transferirlas a una rejilla para que se enfríen por completo. Deben estar completamente crujientes una vez frías. ¡Disfruta de tus galletas de queso caseras!
