Galletas de Merengue: Delicadeza de Nube
Galletas de Merengue: Delicadeza de Nube
Crea Galletas de Merengue Ligeras y Crujientes: ¡Perfectas para Principiantes!
Una receta sencilla pero exquisita. Estas galletas son etéreas, crujientes y se deshacen en la boca.
Ingredientes- 100g de azúcar
- 2 huevos
Instrucciones de preparación
Step 1
Comienza separando cuidadosamente las claras de las yemas de 2 huevos frescos. Es fundamental que no caiga nada de yema en las claras para lograr un merengue perfecto. Coloca las claras en un bol limpio y seco. Con una batidora eléctrica o unas varillas, bate las claras hasta que formen picos firmes. Esto significa que, al levantar las varillas, los picos se mantendrán rectos sin doblarse.
Step 2
Cuando empiecen a formarse picos suaves, añade gradualmente los 100g de azúcar en 3 o 4 tandas, sin dejar de batir. Agregar el azúcar poco a poco ayuda a que se disuelva correctamente y crea un merengue estable y brillante. Continúa batiendo hasta que la mezcla esté firme, brillante y el azúcar se haya disuelto por completo. Deberías poder formar picos firmes que mantengan su forma.
Step 3
Transfiere la mezcla de merengue a una manga pastelera equipada con la boquilla deseada. Cubre una bandeja para hornear con papel de horno o una esterilla de silicona. Forma pequeños montículos o figuras sobre la bandeja preparada, asegurándote de dejar espacio entre ellos. Intenta que tengan un tamaño relativamente uniforme para una cocción pareja. Evita hacerlos demasiado finos, ya que podrían romperse fácilmente.
Step 4
Precalienta el horno a 100°C (210°F). Coloca la bandeja con los merengues en el horno precalentado. Hornea durante 1 hora. Los merengues se hornean a baja temperatura durante un tiempo prolongado para secarlos, lo que los hace crujientes por fuera y completamente secos por dentro. Una vez horneados, apaga el horno y deja que los merengues se enfríen completamente dentro del horno con la puerta ligeramente entreabierta, o retíralos y déjalos enfriar sobre una rejilla. Manipúlalos con cuidado, ya que son delicados cuando aún están tibios.
