
Costillas de Cerdo Marinadas Estilo Coreano: Jugosas y Sabrosas
Costillas de Cerdo Marinadas Estilo Coreano: Jugosas y Sabrosas
¡El Acompañamiento Perfecto para el Arroz! Receta de Chuletas de Cerdo Marinadas con Salsa Especial
Esta receta te permite recrear fácilmente las deliciosas chuletas de cerdo marinadas al estilo coreano, que recuerdan a los cortes de primera calidad que se encuentran en los restaurantes coreanos, directamente en tu propia cocina. El cerdo se marina en una sabrosa mezcla a base de salsa de soja, lo que lo convierte en un acompañamiento excepcional para el arroz. Un pequeño chorrito de agua mientras se cocina evita que la salsa se queme y asegura que la carne se cocine por completo, manteniéndose tierna y sabrosa. Es la opción perfecta para ocasiones especiales o cuando deseas realzar tus comidas diarias.
Ingredientes- Chuleta de cerdo 1.7 kg
- Salsa de soja 17 cucharadas
- Mirin (o vino de arroz) 4 cucharadas
- Sirope de oligo 3 cucharadas
- Azúcar 2 cucharadas
- Extracto de ciruela 3 cucharadas
- Aceite de sésamo 3 cucharadas
- Pimienta negra 1 cucharadita
- Ajo picado 3 cucharadas
- Jugo de jengibre 2 cucharadas (jengibre finamente rallado, exprimido para obtener el jugo)
Instrucciones de preparación
Step 1
Primero, preparemos el delicioso adobo. En un bol grande, combine 17 cucharadas de salsa de soja, 4 cucharadas de mirin (o vino de arroz), 3 cucharadas de sirope de oligo, 2 cucharadas de azúcar, 3 cucharadas de extracto de ciruela, 3 cucharadas de aceite de sésamo, 1 cucharadita de pimienta negra y 3 cucharadas de ajo picado. Para las 2 cucharadas de jugo de jengibre, ralle finamente el jengibre y luego exprímalo a través de una gasa o con las manos para extraer el jugo puro, evitando las partes fibrosas. Mezcle todos estos ingredientes con un batidor o cuchara hasta que el azúcar se disuelva por completo y todo esté uniformemente incorporado.
Step 2
Ahora, sumerja las chuletas de cerdo marinadas una por una en el adobo preparado. Asegúrese de que cada filete esté completamente cubierto con la salsa. Cubra suavemente cada pieza y luego apile las rodajas marinadas cuidadosamente en el bol. Esta técnica de apilamiento ayuda a que el adobo penetre profundamente en la carne, infundiéndola con el máximo sabor.
Step 3
Transfiera las chuletas de cerdo marinadas a un recipiente hermético con tapa. Puede guardarlo en su refrigerador de kimchi o en el refrigerador normal para mantenerlo fresco para disfrutar más tarde. Simplemente saque la cantidad deseada cuando esté listo para cocinar. Se recomienda marinar durante al menos 1 hora para un buen sabor, pero dejarlo marinar toda la noche en el refrigerador desarrollará un sabor aún más rico.
Step 4
¡Ahora es el momento de cocinar! Caliente una sartén a fuego medio. Coloque cuidadosamente las chuletas de cerdo marinadas en la sartén caliente, asegurándose de que no se superpongan. Es importante que la sartén esté suficientemente caliente para evitar que la carne se pegue. Evite sobrecargar la sartén, ya que esto puede reducir la temperatura y evitar que la carne se cocine adecuadamente.
Step 5
¿Le preocupa que el adobo se queme antes de que la carne esté cocida? Para evitar esto, agregue solo un pequeño chorrito de agua a la sartén. Esta pequeña cantidad de agua se evaporará mientras se cocina, ayudando a mantener la carne húmeda y tierna por dentro, y evitando eficazmente que la salsa se pegue al fondo y se queme. Tenga cuidado de no agregar demasiada agua.
Step 6
Cocine el cerdo, volteándolo ocasionalmente, hasta que ambos lados estén dorados y apetitosos. Mantenga el fuego medio y vigílelo para evitar que se queme. Cuando los jugos comiencen a aparecer ligeramente en la superficie de la carne, es una señal de que casi está lista.
Step 7
Una vez que el cerdo esté dorado y bien cocido, use tijeras de cocina para cortarlo en trozos del tamaño de un bocado. Esto facilita su consumo y permite que el sabroso adobo cubra cada trozo de manera uniforme.
Step 8
Finalmente, después de cortarlo, cocine las piezas a la parrilla por un corto período más, volteándolas hasta que el adobo esté casi caramelizado pero no quemado. Este sellado final crea un glaseado delicioso y realza el rico sabor y el atractivo color del cerdo, logrando un equilibrio perfecto entre un exterior ligeramente crujiente y un interior jugoso.

