
Cómo Almacenar Cebollas Peladas y Reducir su Picor Rápidamente
Cómo Almacenar Cebollas Peladas y Reducir su Picor Rápidamente
¡Guarda tus Cebollas Peladas en Cantidad y Elimina su Picor en Solo 10 Minutos!
Descubre métodos sencillos y rápidos para almacenar cebollas peladas y eliminar su sabor picante y penetrante. ¡Perfecto para cocineros ocupados!
Ingrediente Principal- Cebolla
Instrucciones de preparación
Step 1
¿Compraste una gran cantidad de cebollas? ¿O quizás necesitas pelar y almacenar muchas a la vez? Este método te mostrará cómo mantener tus cebollas peladas frescas y listas para usar.
Step 2
Primero, pela cuidadosamente la piel exterior de las cebollas. Es mejor dejar la base (donde están las raíces) intacta, sin cortarla. Dejar la base ayuda a reducir la pérdida de humedad, lo que mantiene las cebollas frescas por más tiempo.
Step 3
Ahora, envuelve cada cebolla pelada individualmente con film transparente o colócalas en bolsas de plástico sellables. El objetivo es minimizar el contacto directo con el aire. Este método de envolvimiento es muy eficaz para mantener la frescura de la cebolla.
Step 4
Coloca las cebollas peladas y envueltas individualmente en el refrigerador. Almacenadas de esta manera, ¡tus cebollas peladas pueden mantenerse frescas por más de un mes! Recuerda, la clave es sellarlas herméticamente para evitar que entre aire.
Step 5
¿Ahora, vamos a aprender cómo eliminar rápidamente el sabor picante de las cebollas? A menudo, el sabor fuerte puede hacer que las cebollas crudas no sean apetecibles para ciertos platos. ¡Pero con esta técnica, puedes eliminar ese picor en solo 10 minutos! Primero, corta la cebolla en trozos del tamaño de un bocado. Puedes cortarlas en rodajas finas o en tiras, como prefieras.
Step 6
Enjuaga las cebollas cortadas brevemente bajo agua fría corriente. Este rápido enjuague ayuda a eliminar algunos de los compuestos de la superficie que contribuyen a la mordida picante de la cebolla.
Step 7
Coloca las cebollas enjuagadas en un bol limpio y llénalo con agua fría. Añade aproximadamente 1-2 cucharadas de vinagre y 1/2 cucharada de azúcar al agua (puedes ajustar estas cantidades según tu preferencia). Déjalas en remojo durante unos 10 minutos, luego escúrrelas. ¡Te sorprenderá lo mucho más suave que se vuelve el sabor de la cebolla! Serán perfectas para salteados o ensaladas. Es increíblemente simple, ¿verdad?

