
Cheesecake Vasco Quemado: Lujoso y Cremoso
Cheesecake Vasco Quemado: Lujoso y Cremoso
Receta Auténtica de Cheesecake Vasco Quemado
Descubre la magia de un Cheesecake Vasco Quemado, donde una superficie caramelizada, casi quemada, revela un maravilloso aroma ahumado. Su intenso sabor a queso crema, su textura increíblemente suave y húmeda, y esa sensación que se derrite en la boca te transportarán al paraíso de los postres. Comparado con otros cheesecakes, ¡este es sorprendentemente fácil de hacer y ofrece el doble de satisfacción en sabor! Perfecto para una ocasión especial o un capricho casero elevado.
Ingredientes- Queso crema 410g
- Azúcar granulada 123g
- Huevos 135g
- Extracto de vainilla 3 gotas
- Nata para montar (crema de leche) 135ml
Instrucciones de preparación
Step 1
Comienza ablandando 410g de queso crema. Usa una espátula o batidor para trabajarlo hasta que esté suave y cremoso, sin grumos. Esta base suave es crucial para una textura aterciopelada.
Step 2
Añade gradualmente 123g de azúcar al queso crema ablandado, mezclando hasta que el azúcar se disuelva completamente y la mezcla tenga una consistencia similar a la mayonesa. A continuación, añade 135g de huevos (aproximadamente 2.5 huevos) uno a uno, asegurándote de que cada uno esté completamente incorporado antes de añadir el siguiente. Para evitar cualquier sabor a huevo, incorpora 3 gotas de extracto de vainilla.
Step 3
Calienta suavemente 135ml de nata para montar hasta que esté tibia, luego viértela en la mezcla de queso crema. Bate todo hasta que esté bien combinado y suave. Calentar la nata ayuda a que emulsione mejor con el queso crema y asegura una textura sedosa.
Step 4
Vierte la masa del cheesecake a través de un colador de malla fina en un molde redondo para pastel de 15cm (6 pulgadas) forrado con papel de hornear. Colar crea una textura final excepcionalmente suave y lujosa. El papel de hornear debe extenderse por encima del borde del molde para acomodar el crecimiento del pastel.
Step 5
Hornea en un horno precalentado a 230°C (450°F) durante aproximadamente 20 minutos. El objetivo es lograr una superficie profundamente caramelizada, de color marrón oscuro a negro, que es característica de un cheesecake vasco y le confiere su distintivo sabor ahumado. El pastel se inflará significativamente durante la cocción y luego se desinflará al enfriarse; esto es completamente normal. El tiempo de horneado puede variar según tu horno.

