A medida que el verano madura, las verduras plantadas en el huerto crecen lentamente. Muchos de mis amigos cercanos son aficionados a la jardinería, y uno ya ha compartido una foto de su primera cosecha, lista para una deliciosa comida con carne y wraps. En una tarde de verano de Toronto, con el sol poniéndose tarde, también salí al jardín y recogí algunas hojas tiernas, marcando el comienzo de mi propia cosecha. Aunque podría parecer más económico comprar verduras considerando el costo de las plántulas o las semillas enviadas por amigos, hay un encanto innegable en recolectar verduras frescas uno mismo.

Como es verano, fui al mercado a comprar dos raíces de bardana para hacer rollos de arroz con bardana para mi hija antes de que vaya a trabajar. Preparé el adobo habitual para dos raíces de bardana, pero la bardana de hoy era sorprendentemente delgada, dejando la mitad del adobo sin usar. Me encontré con unos dientes de ajo pelados que estaban en remojo en agua, cuya tarea de pelarlos me resultaba algo tediosa. Seleccionando rápidamente los bulbos de ajo más delgados, decidí glasearlos en el adobo sobrante. ¿El resultado? Mi hijo, a quien le encanta el ajo, y mi hija, que se mostraba escéptica sobre el picante, ¡ambos quedaron encantados y se terminaron todo el plato! Incluso comentaron que les sabía a patatas. ¡Este sencillo pero sabroso plato de ajo glaseado es una visita obligada!