
Queso Mozzarella Casero Fresco
Queso Mozzarella Casero Fresco
Cómo Hacer Queso Mozzarella Casero Delicioso y Elástico
La mozzarella es un queso fresco originario del sur de Italia, tradicionalmente hecho con leche de búfala o de vaca. No se cura, lo que preserva su sabor lácteo fresco y una ligera acidez. Su sabor sutil no es abrumador, lo que la convierte en un ingrediente versátil. ¡Disfruta de la deliciosa y elástica textura de la mozzarella recién hecha en casa!
Ingredientes Principales- 1.8L de Leche Pasteurizada (o leche normal)
- 80ml de Vinagre Blanco (con al menos 5% de acidez)
Instrucciones de preparación
Step 1
Calienta suavemente los 1.8L de leche pasteurizada en una olla a fuego bajo hasta que alcance los 33-36°C. Remueve la leche continuamente con una espátula o batidor para evitar que se pegue o se formen grumos mientras se calienta.
Step 2
Una vez que la leche alcance la temperatura deseada, retira la olla del fuego. Vierte lentamente los 80ml de vinagre blanco con al menos 5% de acidez. Dado que no usamos cuajo, un vinagre con suficiente acidez es crucial para que la leche se cuaje correctamente. Usar un vinagre más fuerte asegura una buena formación de cuajada.
Step 3
Cubre la olla con una tapa y déjala reposar sin moverla durante unos 10-15 minutos, o hasta que la leche se haya cuajado formando una masa suave, similar al tofu, y se haya separado el suero transparente.
Step 4
Sabrás que la leche está lista cuando se hayan formado cuajos distintivos y se haya separado un líquido amarillo transparente (suero) de ellos.
Step 5
Forra un colador con una gasa o un tamiz de malla fina sobre un bol grande. Con cuidado, vierte la mezcla de leche cuajada en el colador forrado. Esto separará los cuajos sólidos de queso del suero líquido. Puedes reservar el suero para usarlo en otras recetas.
Step 6
Reúne las esquinas de la gasa y retuércelas para formar un paquete. Exprime suavemente con cuidado para eliminar la mayor cantidad posible del suero restante. Ten cuidado de no apretar demasiado fuerte, ya que esto puede resultar en un queso seco y quebradizo.
Step 7
Toma el paquete de cuajada escurrida y sumérgelo en un bol con agua caliente a aproximadamente 95°C (203°F) – justo por debajo del punto de ebullición – durante unos 30 segundos a 1 minuto. Esto ablandará los cuajos, haciéndolos flexibles y más fáciles de estirar. Asegúrate de que el agua no esté hirviendo, ya que puede derretir demasiado el queso.
Step 8
Con guantes resistentes al calor, retira con cuidado la cuajada ablandada del agua caliente. Comienza a estirar y doblar el queso repetidamente con las manos. Continúa este proceso de estiramiento y doblado hasta que la mozzarella se vuelva suave, elástica y desarrolle esa textura elástica característica. Este paso es clave para lograr la consistencia perfecta de la mozzarella.
Step 9
La mozzarella casera tendrá un sabor muy suave y fresco. Para añadir un toque salado, puedes preparar una salmuera ligera (sal disuelta en agua) y remojar el queso brevemente, o salar ligeramente la superficie. Disfruta de tu mozzarella fresca de inmediato o guárdala en el refrigerador.

