Omelette Soufflé Esponjoso y Aireado
Omelette Soufflé Esponjoso y Aireado
La Búsqueda de la Omelette Soufflé Perfecta: ¡1000 Batidas!
¡Finalmente me animé a preparar la tan comentada omelette soufflé! Se dice que requiere 1000 batidas, ¡y mi brazo ciertamente lo sintió!, pero el resultado es un plato verdaderamente especial hecho con inmensa dedicación. Hoy en día, con tanto tiempo en casa, las recetas que implican ‘batir’ como el café Dalgona son increíblemente populares. La omelette soufflé ofrece un encanto diferente al de los panqueques, con su textura maravillosamente esponjosa y aireada. Si bien no estoy segura del número exacto de batidas necesarias, esta receta se trata de paciencia y mucho esfuerzo para lograr la perfección. ¡Sumérgete en la magia de una omelette soufflé hecha con amor!
Ingredientes Básicos- 2 huevos
- Un poco de miel
- Una pequeña cantidad de mantequilla
- 1 pizca de sal
Instrucciones de preparación
Step 1
Primero, prepara dos huevos frescos. Separa cuidadosamente las yemas de las claras. A las yemas de huevo, añade una pizca de sal y bate suavemente hasta obtener una mezcla suave y de color amarillo pálido. Para las claras de huevo, ya que haremos un merengue, es mejor elegir un bol limpio y profundo. Usar un bol hondo ayudará a evitar que el área circundante se ensucie mientras bates.
Step 2
Ahora, es hora de hacer el merengue. La herramienta que uses para batir es importante. En lugar de una batidora de varillas estándar, prueba a usar una batidora de resorte, que aprendí que es muy eficaz para hacer merengue mientras estudiaba para mi certificación culinaria. Las batidoras de resorte son más eficientes para crear merengue y ayudan a formar picos firmes más rápido, ahorrándote tiempo y esfuerzo. Ten cuidado, ya que el merengue puede salpicar hacia afuera, así que bate con precaución. Añade una pizca de sal a las claras de huevo limpias y comienza a batir vigorosamente, golpeando el fondo del bol con la batidora para formar picos firmes.
Step 3
A medida que continúas batiendo las claras de huevo, notarás que se vuelven gradualmente espumosas y comienzan a formar picos suaves. Podrías preguntarte si alguna vez se formará el merengue, pero es crucial perseverar y seguir batiendo. A veces, el merengue puede pegarse a la batidora; esto indica que aún no está listo, ¡así que sigue adelante! Este proceso de batido paciente es lo que hace que la omelette soufflé sea tan especial.
Step 4
La etapa final del merengue es crítica. Cuando levantes la batidora, las claras de huevo deben mantenerse rectas y formar picos firmes que conserven su forma sin colapsar, como un pico de montaña afilado. Algunas recetas implican mezclar las yemas en una etapa intermedia, pero para esta receta, incorporaremos las yemas al merengue completamente formado. Asegúrate de raspar todo el merengue pegado a la batidora e incorpóralo a la mezcla para obtener el máximo volumen. Si te resulta difícil formar picos firmes, no te preocupes demasiado; si la mezcla no se desliza cuando inviertes el bol, generalmente es lo suficientemente estable.
Step 5
Ahora, incorpora suavemente las yemas de huevo separadas al merengue preparado. Ten cuidado de no desinflar la textura aireada del merengue; usa una espátula para levantar y doblar suavemente desde abajo hacia arriba. Engrasa ligeramente una sartén antiadherente con una pequeña cantidad de mantequilla a fuego medio-bajo. Una vez que la mantequilla se haya derretido, vierte con cuidado la masa de la omelette soufflé en la sartén y cocina lentamente a fuego bajo. Cuando la base esté dorada y cocida, haz una hendidura suave en el centro de la omelette con una espátula o palillo, y luego dóblala cuidadosamente por la mitad.
Step 6
¡Tu omelette soufflé, bellamente doblada, está ahora completa! Aunque es deliciosa tal cual, puedes añadir un toque extra de dulzura rociando un poco de miel por encima. Esta omelette soufflé de 1000 batidas, hecha con tanto esmero, ofrece una textura tierna y esponjosa que se derrite en la boca y proporciona una experiencia culinaria verdaderamente especial. Tus brazos pueden doler un poco, ¡pero la recompensa es un magnífico postre o plato de brunch que vale absolutamente la pena el esfuerzo!
